Una lectura y un hecho se conjugan para pensar esta mañana lo peligroso que se torna la aplicación de tecnologías en el ámbito educativo sin cambiar las prácticas preexistentes. Durante el desarrollo del congreso pedagógico internacional organizado por la universidad de Buenos Aires, un investigador y docente de nuestros grupos, comenta en un panel, sobre la diferencia de la moodle, como entorno cerrado y las practicas abiertas colaborativas. Alguien del público, agrega el carácter de “gran hermano” de la moodle y nuestro compañero, pone además en duda el carácter contructivista de la plataforma. La mecha estaba encendida y la cofradía de docentes recién arribados a la moodle, atacaron, virtualmente echando al colega del panel, acusándolo de disruptivo. Como señala Alejandro Karpicius en una discusión sobre este hecho en Facebook :
“igual, conozco al menos un par que hoy defienden a Moodle, que en el 2005 no sabían que era Moodle. Comprendo si, que vengan un par de años atrás en la temática. Con suerte para el 2012 descubren los blogs y la web 2.0 como novedad, y la publiquen en el nuevo paradigma del 2012 que es facebook. Descubrirán lo que es una red social, una red distribuída, y hasta comiencen a usar twitter. Esperemos 2 años más y seguramente cambien el discurso (el cassette perdón)…”
Realmente la actitud retrograda puesta en posición de saber, y ese amor desesperado por la moodle es quizás por sus aspectos mas controladores, mas represivos, temen a lo abierto, temen al cambio.
Las plataformas de elearning estan cumpliendo quizas una función de preservar el status quo, cambiando sin cambiar nada en relación al conocimiento.
Recomiendo leer el artículo del caparazón Entornos personales, engagement, videojuegos y excedente cognitivo: el elearning “que mola” del cual tomo:
“…El objetivo a lograr: la educación, que como los videojuegos debe ser inmersiva. El flujo, especial combinación de reto, ansiedad y habilidad, ese estado cognitivo de alerta permanente en el que, sin ser conscientes del esfuerzo, aprendemos (Csíkszentmihályi, Mihály (1990). Flow: The Psychology of Optimal Experience) y que es distinto para cada participante en acciones formativas.
En fin…que creo que necesitamos, para el elearning actual, entornos personalizados, inmersivos, participativos, capaces de canalizar, de convertir en flujo un excedente cognitivo que aparece y se rebela fácilmente ante cualquier intento de formación lineal, para poder decir que estamos trabajando hacia el aprendizaje y no, simplemente, hacia la acreditación…”
Queda claro que los entornos cerrados, son cada vez mas, entonos de control del aprendizaje, cargados de datos, que no son significados por el alumno y con la sabia vigilancia de un docente que encontró una brecha para prolongar por un tiempo las miserias de un modelo educativa en decadencia.
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