¿Quien no recuerda las típicas bromas y acosos hacia otros compañeros en la escuela? Todos vivimos esa época y sabemos lo odioso que puede resultar ser el que reciba el ataque de los demás. Antes lo veíamos como algo “normal”, pero la ciencia nos ha demostrado que los acosos pueden ser fatales para quienes los reciben. Tan en serio se lo tomaron que le dieron un nombre: Bullying (acoso, intimidación)
Pero los tiempos cambian y los individuos no somos meros observadores a este proceso de extrema modernización, somos participes de un cambio constante que apenas podemos comprender debido a la gran velocidad con el que se desarrolla. Y las conductas sociales también son modificadas, más aun desde que apareció la Web 2.0. Para colmo las conductas “negativas” de la gente también evolucionan, tal es así que el bullying paso a ser cyberbullying según cuentan los expertos.
Un estudio de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) informa que el 10% de los adolescentes que cursan el séptimo y noveno grado (el articulo no especifica bien a que grado de la educación se refiere, la educación en cada país es un mundo aparte) de la escuela, son victimas del cyberbullying o “cyberacoso”.
Los expertos afirman que el cyberacoso es peor que el acoso tradicional ya que este ultimo termina cuando el niño/adolescente se encuentra sólo en su casa. Mas el cyberacoso trasciende las fronteras materiales mediante los SMS, las salas de chat, facebook y otras redes sociales. Y lo peor es que la información se propaga a la velocidad de la luz.
En el estudio citan un ejemplo de un grupo creado en Facebook llamado Aquellos que odian a Stina Johansson que sirve para mostrar el quiebre de fronteras que supone esta nueva modalidad de acoso. Y no sólo esto, sino que también el cyberacoso permite el uso del anonimato para aumentar aún más la agresividad hacia el acosado. Los padres de Stina Johansson comentaron que les costo mas de un mes deshacerse de ese grupo y que su hija sufrió mucho durante ese período.
El artículo termina mencionando que los padres (como siempre) cumplen un rol importante en estas situaciones. No deben culpabilizar a sus hijos por ser acosados, sino que los deben acompañar y ayudar en el largo camino hacia la adultez. Pero la clave es la misma y se repite siempre: Hay que cuidar que se comparte y con quien se comparte información en la red.
Y para finalizar, mi amigo Martín Quintana me paso un video de una campaña del sitio Internet sin acoso, donde nos advierten claramente que estamos ante un fenómeno nuevo que debe ser combatido.
Vía: Science Daily
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